de Mario Espinosa Cortés
Publicado en El Independiente de Hidalgo, el 30 de abril de 2012.
Pachuca, Hgo.
Los arcanos del mercantilismo dicen que en la vida no se obtiene lo que se merece, sino lo que se negocia; una afirmación irrefutable para el mundo de los negocios y, con frecuencia, también para la política, sobre todo cuando la visión de la moral empata con la de Gonzalo N. Santos, (a) “el alazán tostado”, gobernador de San Luis Potosi (1943-1949), emanado del PRI, prototipo del caudillo venal y cínico, propietario –hasta los años setentas- de un latifundio de 87 mil hectáreas en la Huasteca potosina y cacique de esa entidad, desde 1943 hasta 1959, cuando el Dr. Salvador Nava Castillo –como candidato independiente- ganó abrumadoramente al santista-priista Francisco Gutiérrez Castellanos, la alcaldía de la capital potosina, y la federación no tuvo más remedio que avalar el resultado. Santos afirmaba jocoso: “la moral es el árbol que da moras y si no sirve para dar moras, sirve para una…”.
Esa filosofía, aparentemente encriptada, nuevamente fue colocada bajo los reflectores, cuando el diario estadounidense New York Times, reveló –este 21 de abril-que “la subsidiaria en México de Wal Mart pagó sobornos por 24 millones de dólares, para ganar el dominio en el mercado mexicano” y, en esos casos, las referencias en materia de corrupción están dirigidas principalmente a los presidente y funcionarios municipales, y a los estatales, en segundo término. El diario refirió como motivo de opacidad y cohecho: el otorgamiento de permisos para uso del suelo, así como licencias de construcción y de funcionamiento para bodegas, restoranes, cines, casinos y tiendas de autoservicio, violentando frecuentemente leyes y reglamentos, y la evasión en el pago de impuestos y derechos, coludidos con burócratas y autoridades municipales, estatales y federales.
Por lo que concierne a nuestro país, el gobierno federal, a través de la Procuraduría General de la República, ya solicitó información a autoridades de los Estados Unidos de Norteamérica y al corporativo, para ir deslindando responsabilidades; en tanto que Eleazar García Sánchez, alcalde de Pachuca, minimizó el problema, respondiendo a José Manuel Martínez, reportero de El Independiente de Hidalgo (280412): “La alcaldía no tiene considerado hacer una revisión a los permisos otorgados a la empresa Wal Mart”, después de darse a conocer el tema de los sobornos en México. García Sánchez, dijo que podrían “realizar el análisis si alguien lo requiere. De quien lo solicite estamos abiertos, pues la transparencia es fundamental para nosotros”. Curiosa manera de combatir la opacidad. A diferencia del alcalde, Pablo Gómez –regidor por el PAN-, se mostró favorable a la transparencia y habló de la necesidad de revisar los documentos para descartar alguna situación. Si el fenómeno se dio a nivel nacional debemos entrar al tema, habrá que revisar las licencias de funcionamiento, quien las otorgó y habrá que rastrear sobre el tiempo que se tardaron en tramitar y ahí podremos atar cabos si es el caso que Pachuca fue parte de la corrupción”.
Al respecto, habrá que recordar los comentarios que surgieron de la reunión privada que tuvo lugar el 7 de junio del 2007, entre los representantes del comercio establecido: CANACO, CANACOPE y líderes de mercados y comercios del Centro Histórico, así como Laura García, presidenta del oficialista Consejo Consultivo Ciudadano, y el presidente municipal de Pachuca, Omar Fayad Meneses. Permítaseme destacar lo más relevante: la señora García propuso “crear un Plan Regulatorio Comercial, que genere equilibrio, ya que la llegada de grandes cadenas provoca cambios sociales. Y consideró necesaria una consulta pública para que sea la ciudadanía la que decida y se dé certidumbre a los comerciantes locales”; consulta que no ocurrió. Por su parte, Fayad expresó que “el crecimiento de Pachuca es con base en un plan de desarrollo, y cuestionó a los empresarios –inconformes- a cerca del por qué si se apoya a algunas cadenas y a otras no. Un caso específico –dijo Omar- es el de Soriana, donde la CANACOPE argumenta absurdamente que es un pequeño comercio”. De risa la respuesta del alcalde, CANACOPE –intentando hacer fuerza, sumando aliados- buscó el apoyo del corporativo SORIANA, más nunca lo presentó como pequeño comercio.
Sin consulta pública de por medio, el gobierno de Omar Fayad –alcalde del 2006 al 2009- autorizó los permisos y licencias correspondientes a las atribuciones del gobierno municipal y Wal Mart Pachuca abrió sus puertas el 14 de noviembre del 2008. Si no recibió embutes, Omar podrá estar tranquilo, pero si resultó beneficiado por el régimen de las “mordidas”, tendrá que estar atento y tener las respuestas a los señalamientos de los directivos del corporativo norteamericano, así como a los requerimientos de las autoridades competentes. Hasta el esclarecimiento, la sombra de la corrupción lo pone bajo sospecha. El México de la corrupción, el autoritarismo y la impunidad, es el que rechaza la ciudadanía.
Entre 2005 y 2011 creció la oposición en Hidalgo.