· Vivero forestal en Nayarit, instaurado en uno de los cien municipios con menor desarrollo de México, está en vías de ser autosustentable
· Gálvez puso a dialogar a autoridades municipales y agrarias, a la SEMARNAT, CDI, SRA, CONAFOR y líderes de opinión. Diálogo que derivó en un proyecto ecológico rentable
Familias de la comunidad indígena Cora de Santa Teresa, municipio El Nayar, están comprometidas a entregar 300 mil pinos al programa ProÁrbol en el periodo de lluvia 2010, a través de un vivero forestal comunitario que cuenta con poco más de un año de vida. El Nayar, en Nayarit, está clasificado entre los cien municipios con menor desarrollo en México.
El vivero forestal opera con recursos de la Fundación Porvenir, de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), sin embargo la comunidad y las autoridades contemplan el inicio del periodo autosustentable del mismo.
Reforestar con árboles propios
Ubicada en la Sierra Madre Occidental, la comunidad Santa Teresa tiene una superficie de 104 mil hectáreas, de las cuales 20 mil son de bosque templado. Para los habitantes de esta Santa Teresa la explotación de la madera resulta una actividad económica importante. En el año 2000, obtuvieron permiso de aprovechamiento forestal. En el año 2004, la CDI autorizó recursos para desarrollar un aserradero.
Reforestar es la contraparte en la explotación racional de los bosques. En Santa Teresa, la restauración del bosque se realizó, entre los años 2004 y 2008, con árboles producidos fuera de la región: con tierras y condiciones climáticas diversas a las que presenta la Sierra Madre Occidental en esta comunidad particular. En este periodo, los arbolitos destinados a reforestar no lograron renovar el bosque. En abril del 2008 las autoridades agrarias señalaron a la Fundación Coca Cola la necesidad de desarrollar un vivero forestal que abasteciera a la región.
Quién hace qué
Una vez determinada la necesidad de desarrollar viveros comunitarios en
Las autoridades agrarias y tradicionales de Santa Teresa informaron al comité forestal de la comunidad que Fundación Porvenir, la CONAFOR, la SRA y la CDI estaban dispuestos a apoyarlos en el desarrollo de un vivero comunitario cuyas estrategias y metas estuvieran coordinadas con el programa ProÁrbol. El comité aceptó la propuesta institucional y posteriormente, en asamblea comunitaria, se nombraron los participantes directos en el desarrollo del vivero: Daniel, Rodolfo, Alfonso, Francisco, Alberto, Marcelino, Bernabé, Isidra, Nicolasa y Alfredo.
Cómo se hace
Una vez que la asamblea comunitaria seleccionó a los diez participantes directos, se nombró un coordinador, se definió el reglamento de trabajo y se realizó un taller para establecer el objetivo del vivero. El acuerdo de los participantes quedó definido así: “Vamos a trabajar en el vivero para restaurar nuestro bosque y tener ingresos que nos ayuden a vivir mejor”.
Con apoyo de la asociación PRONATURA, la CDI y la Fundación Porvenir se llevó a cabo una semana de capacitación práctica en el terreno del vivero. En esta capacitación se compartieron conocimientos, pero su meta concreta consistió en dejar en Santa Teresa un vivero en funciones: con terreno listo y comuneros preparados para dar continuidad al trabajo. De esta manera, el grupo desarrolló habilidades para acopio de tierra, llenado de bolsas, recolección de semilla, acondicionamiento del terreno y adecuación del mismo con técnicas de saneamiento ecológico.
Además de terreno y habilidades, los comuneros requerían herramientas para seguir adelante, por ello, con asesoría técnica de PRONATURA, CONAFOR y la Universidad Autónoma de Nayarit, la Fundación Porvenir entregó equipo y herramientas indispensables para el desarrollo de los trabajos, entre los que se cuentan un germinador, una motosierra, machetes, talaches, palas, hachas, alambre de púas, martillos y carretillas, entre otros.
Qué hay hacia adelante
A unos meses del arranque de actividades del vivero, el germinador ya ha dado sus primeros frutos, los comuneros ya han trasplantado los primeros árboles y los resultados de la primera siembra directa se encuentran a la vista. Al 15 de agosto han germinado 11 mil 396 leucaenas, 4 mil 780 guamuchiles y 84 mil pinos.
Con base en el programa ProÁrbol, y de acuerdo con la asamblea comunitaria, el grupo participante se ha propuesto producir 300 mil árboles de pino para entregar en el periodo de lluvias del 2010. Con esta meta se firmará un convenio Comunidad – CONAFOR para iniciar el periodo autofinanciable del vivero.
El terreno destinado al vivero es extenso, asciende a cuatro hectáreas, además cuenta con agua suficiente para diversificar su producción. Por ello, se decidió dedicar media hectárea a la producción de hortalizas para consumo del grupo participante, así como para producir maíz con semilla nativa de la región.
Además de contar con recursos de Fundación Porvenir, la CDI y la CONAFOR, el asesor forestal de la comunidad elabora un proyecto financiado por SAGARPA para modernizar el vivero a mediano plazo.
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